martes, 16 de junio de 2009

El cambio de rol en un mismo escenario (del ser alumno al ser docente)

Universidad Nacional de Cuyo
Facultad de Filosofía y Letras
Carrera: Ciencias de la Educación
Cátedra: Práctica Profesional
Año: 2008
Germán Walter Coria
Registro: 16299



“El cambio de rol en un mismo escenario”

(del ser alumno al ser docente)

Introducción

El presente informe surge a partir de la propuesta efectuada por la Cátedra “Práctica Profesional”, de la Carrera de “Ciencias de la Educación”, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo.

Como fase cúlmine de este proceso de Práctica Profesional, nace la necesidad de plantear y reflexionar sobre algún asunto que me haya resultado movilizador, asunto que da sentido al presente trabajo. Es así como me refiero a la formulación de mi “Problema Práctico”, que se presenta de la siguiente manera: “El cambio de rol en un mismo escenario” (del ser alumno al ser docente).

La elección de esta temática brota a raíz de la dificultad que se presenta a la hora de posicionarme en el rol docente, siendo que durante varios años de mi vida he ocupado el rol opuesto, es decir, he sido alumno. El aula se convierte en ese espacio propio del acto pedagógico. Es allí en donde me comporté como alumno, y ahora vuelvo para posicionarme en un rol distinto, el rol de docente.

Durante el transcurso de mi formación (incluyendo en ella todos los niveles educativos por los cuales he transitado) he estado en permanente contacto con diversos modelos de docencia, a partir de los cuales fui construyendo el modelo propio, modelo que muchas veces entró en conflicto a la hora de llevar a cabo mis prácticas en los escenarios concretos.

Para contextualizar mis prácticas debo mencionar que las mismas fueron llevadas a cabo en el Instituto de Educación Física Dr. Jorge E. Coll. Allí, tuve la posibilidad de insertarme en el cátedra de “Didáctica y Currículum”, de 2° año división “A”, del Profesorado de Educación Física. Esta experiencia se constituye en un elemento crucial dentro del proceso de formación que estoy finalizando, pues allí logré dar cuenta de las características que se van perfilando como constantes en el vivenciar y hacer real mi modelo imaginario de docencia. Es allí en donde entra en consideración la formación previa y todas las posibles construcciones realizadas durante ese proceso, construcciones que, de alguna manera, intervinieron en mi práctica docente.

Sin ánimo de generar un simple relato de lo acontecido en la experiencia de prácticas, ni mucho menos de postular supuestos teóricos, mi propósito se enmarca dentro de un proceso reflexivo a partir del cual intentaré ahondar en el asunto que considero relevante para tal ocasión. Desde la experiencia misma, como así también desde los marcos teóricos analizados, intentaré elaborar posibles conclusiones que surgen del proceso dialéctico que se genera entre la teoría y la práctica.

Finalmente quisiera mencionar que este trabajo está dirigido a las docentes responsables de la cátedra “Práctica Profesional”, aunque su lectura puede ser llevada a cabo por cualquier persona que se encuentre interesada en la temática que aquí abordo. Busco que con dicha lectura se generen nuevos interrogantes que lleven a procesos reflexivos más profundos, a partir de los cuales se pueda crecer en la construcción de nuevos aportes, pues soy consciente de que el análisis del tema no se agota en estas páginas, ya que adhiero férreamente al supuesto de que el conocimiento nunca puede ser acabado, cerrado e inmodificable, volviéndose sumamente importante el aporte de terceros en la construcción del mismo.

Desarrollo

Aproximación Temática

Como es sabido, durante el primer cuatrimestre del presente ciclo lectivo, realicé mis prácticas profesionales, teniendo la posibilidad de posicionarme por primera vez en el rol docente. Resultaría falso afirmar que me hallaba frente a una tarea totalmente desconocida, pues encaré un periodo de preparación hacia la misma, allá cuando di mis primeros pasos por la carrera universitaria.

“El cambio de rol en un mismo escenario” se constituye en el tema que dio origen al presente informe. Si analizo cada una de las palabras que componen este título encuentro lo siguiente. Al hablar de cambio de rol estoy sosteniendo que un mismo sujeto abandona determinada posición para encaminarse dentro otra. En mi caso específico se deja de lado el “ser alumno” para transformarse en el “ser docente”. Por otro lado, al sostener que este cambio de rol se consolida en un mismo escenario quiero decir que es precisamente el ámbito educativo el lugar en donde dicho cambio o transformación se hace posible.

El punto central y neurálgico de este problema práctico se halla, justamente, en el hecho de abandonar el rol ocupado durante varios años de mi vida para poder posicionarme, no en un rol totalmente desconocido y ajeno, sino en la otra cara de la misma moneda, es decir, en el otro extremo de una misma situación. Es así como se constituye para mí en un paso difícil de atravesar, pues la mentalidad de alumno no es tan fácil de abandonar. Es más, considero que en los primeros albores de ejercicio profesional, dicha mentalidad seguirá estando presente de diversos modos, pues el cambio nunca podrá ser realizado de manera completa de la noche a la mañana.

El tránsito por el sistema educativo nos deja a todos los alumnos un sinnúmero de aprendizajes previos y paralelos a la formación profesional. De esta manera, como docentes recién iniciados contamos con una doble ventaja en relación a cualquier otro sujeto que haya terminado una carrera de grado, pues ingresamos y egresamos de la facultad habiendo vivenciado y conocido a la perfección uno de los ámbitos de desarrollo profesional que nos espera, una vez finalizados nuestros estudios.

Resulta oportuno entonces hacer explicitas las palabras de Alliaud, quien al respecto sostiene: “La biografía escolar, es decir el período vivido en la escuela por los maestros siendo éstos alumnos, constituye una fase formativa clave y su abordaje resulta enriquecedor para entender la práctica profesional. No es simplemente el recuerdo de un maestro o profesor especialmente valorado de la propia escolaridad. Es mucho más que eso, es todo lo que los docentes aprendieron en la misma institución (escolar) a la que regresan o de la que nunca se han ido, aunque posicionados ahora en el lugar del que le toca enseñar. (…) Los maestros llamados inexpertos son portadores de modelos, concepciones y representaciones acerca de los procesos escolares, las escuelas, los docentes y su trabajo. Un saber propio y común entre quienes pasaron por las instituciones escolares y a ellas vuelven para trabajar.
Al respecto, quisiera aclarar que cada uno de estos conocimientos fueron construidos y consolidados desde el rol de alumno, por lo que su apreciación se va a ver condicionada y subjetivada por dicho rol. Como alumno fui construyendo distintos conocimientos en torno a la figura del profesor, pero sin jamás haber experimentado o vivenciado el rol docente desde sus adentros. Me encuentro frente a una misma situación, pero condicionado e influenciado por identidades totalmente distintas, o por lo menos en camino hacia la construcción de la segunda de ellas, pues me hallo en la tarea de construir una identidad docente que caracterice mi modo de sentir, pensar y actuar, siempre reconociendo como cimientos de ésta los aportes de la anterior.

Otro de los aportes teóricos de los cuales me valgo para el desarrollo de este problema práctico, que a su vez se halla directamente relacionado con lo anteriormente expuesto, es justamente el concepto de “Matrices de Aprendizaje propuesto por Ana P. de Quiroga, quien considera como “(…) matriz o modelo interno de aprendizaje a la modalidad con que cada sujeto organiza y significa el universo de su experiencia, su universo de conocimiento. Esta matriz o modelo es una estructura interna, compleja y contradictoria, y se sustenta en una estructura biológica. Está socialmente determinada e incluye no sólo aspectos conceptuales sino también afectivos, emocionales, y esquemas de acción. Este modelo construido en nuestra trayectoria de aprendizaje, sintetiza y contiene en cada aquí y ahora nuestras potencialidades y nuestros obstáculos. Estas matrices no constituyen una estructura cerrada sino (…) una estructura en movimiento, susceptible de modificación (…)”.

Aclarados ya los marcos teóricos de los cuales hago eco, intentaré esbozar a continuación las influencias que, tanto los conocimientos construidos desde el rol de alumno como así también las matrices de aprendizaje elaboradas desde dicho rol, se hicieron presentes en mi proceso de práctica profesional, marcando de modo considerable a la misma, constituyéndose de esta manera en mi problema práctico.

Del Ser Alumno al Ser Docente: Mi Práctica Profesional

Luego de analizar cada uno de los momentos vividos durante el periodo de prácticas, es preciso reflexionar sobre algunos de ellos, pues éstos fueron los que precisamente se constituyeron en el motor de mis más profundas reflexiones, dando lugar a este problema práctico. A continuación los expondré, intentando arribar a posibles conclusiones, siempre sobre la base de la interrelación que se da entre la teoría y la práctica concreta.

Para comenzar, haré alusión a uno de los primeros contenidos que como docente practicante tuve que desarrollar al frente de los alumnos. Este contenido al cual me estoy refiriendo en esta oportunidad es, precisamente, el vinculado con los Enfoques Curriculares. Dicha temática cobró un significado particular, desde mi rol de alumno, al momento de construir conocimientos en torno a la misma.

Considero necesario y oportuno recuperar lo expresado en una de mis reflexiones en torno a lo mencionado, pues a partir de allí intentaré profundizar en esta cuestión. Por aquel entonces manifestaba lo siguiente: “Es incuestionable el hecho de que los docentes ejercen una poderosa influencia en la construcción del conocimiento por parte del alumno, como así también condiciona tal construcción la imagen que el alumno mismo recrea de sus docentes. Como en todos lados, existen profesores excelentes y otros que, por diversos motivos, no saben llegar del todo a sus alumnos, dejando un vacío en la formación que difícilmente pueda ser solventado. Los tiempos propios de la facultad van marcando notablemente el proceso de aprendizaje, ya que desde el punto de vista de los alumnos no se pueden perder mesas de exámenes, pues de lo contrario la carrera se va alargando. Esta situación influye considerablemente en los procesos de construcción del conocimientos por parte de los mismos, ya que muchas veces se aprueba un espacio curricular sin haber madurados del todo los contenidos de éste. La situación es peor cuando se estudia de memoria con el único fin de aprobar, cuestión que se puede dar por diversos motivos, como por ejemplo el hecho de no haber comprendido del todo una determinada temática”.

Lo expresado en aquella oportunidad responde claramente a la relación que mantuve desde el rol de alumno, incluso también en el periodo de prácticas, con dicho contenido. Por aquel entonces, cuando atravesaba mi periodo de formación, este tema fue aprendido de manera superficial, sin darle demasiada importancia, y con el único objetivo de aprobar, pues sabía que al presentarlo en mi mesa de examen como tema especial, y repitiendo lo que otros deseaban escuchar, tendría la aprobación asegurada. Quizás la manera de encarar este conocimiento en particular, respondió a que no compartía la propuesta de la cátedra, situación agravada por las claras contradicciones que se presentaban entre el planteo teórico al cual se aferraban los docentes y los hechos concretos de sus práctica.

Al momento de tener que desarrollar este tema frente a los alumnos, lo hice en función de aquella experiencia vivida, quitándole importancia y significatividad al mismo. Sin bien yo me privé de la oportunidad de resignificar este contenido, considero que lo peor estuvo dado por no saber encararlo un de modo reflexivo en función de la tarea que desempeñaba, pues a pesar de que ocupaba el papel de docente practicante, accioné de la misma manera en que lo hice en aquella oportunidad, desde el rol de alumno. Finalizo esta primera cuestión concluyendo en que el docente no se debe convertir en una repetidora de contenidos sin antes pasarlos y resignificarlos por él mismo, es decir, brindándose la posibilidad de aprender también con cada uno de los temas enseñados.

Si analizo mis matrices de aprendizaje y la realidad con la cual me tuve que enfrentar, encuentro que no coincidieron en gran medida. Esta situación me originó un sentimiento de angustia e impotencia, a la hora de no saber con exactitud como actuar. Dichas contradicciones se suscitaron en varios aspectos, pudiendo mencionar el más importante de ellos que se dio en torno al comportamiento de los alumnos del curso en donde practicaba, pues el mismo se presentaba radicalmente distinto al mío. Quizás el sentimiento de frustración, frente a la tarea docente, se debió al no haber podido comprender que me hallaba frente a contextos totalmente distintos a los vivenciados por mí desde el rol de alumno, entendiendo de esta manera como anormal lo que para ellos se presentaba de modo natural. Ante situaciones como estas deberé enfrentarme a diario, por lo que debo romper con ciertas estructuras preestablecidas de antemano, brindándome la posibilidad de conocer a cada grupo en particular, y nunca esperar que ellos sean de la misma manera en que yo lo fui, pues debo entender que cada persona y, en este caso cada grupo, jamás será de igual modo que otro.

Otras de las cuestiones que se hizo presente, en mi proceso de práctica docente, fue la referida a la selección y presentación de las actividades de enseñanza. Al avocarme a este aspecto, debo mencionar que las actividades escogidas fueron pensadas, en un primer momento, en función de mi propio proceso de aprendizaje vivenciado desde el ámbito universitario; es decir, traté de enseñar de la misma manera en la que yo aprendí, de la misma manera en la que mis docentes universitarios me enseñaron. Nuevamente vuelvo sobre la poderosa influencia de mis matrices de aprendizaje en el accionar de mí ser docente.

Resulta oportuno para tal ocasión hacer presente un hecho particular. Frente a las críticas de mis clases expositivas, surgió el consejo de realizar otro tipo de actividad un poco más motivadora. Fue así como manejé la posibilidad de plantear la realización de un collage, y de hecho así sucedió. Luego, al evaluar los resultados de la ejecución de dicha actividad, quedé satisfecho con los mismos. Pero la cuestión a analizar es otra, ya que al tratar de hacer memoria no encuentro experiencias similares en mi paso por la facultad, desde el rol de alumno. Es más, al comentar esta situación con personas que también se desempeñan como estudiantes universitarios de otras carreras, caímos en la cuenta de que rara vez (por no decir jamás) los docentes universitarios plantean este tipo de actividades. En el imaginario colectivo de los estudiantes universitarios, la figura del profesor aparece muy asociada a la exposición de tipo magistral, relegando la función de los alumnos al solo hecho de tomar apuntes de los respectivos discursos. De aquí concluyo en que no debo cerrarme en mis experiencias pasadas, sino que como docente siempre debo permanecer abierto a nuevas posibilidades, siempre en función de mejorar la calidad de mi trabajo, el cual se debe a mis alumnos.

Por otro lado, me abocaré a la capacidad que desarrolla todo alumno para juzgar a sus a cada uno de sus docentes. De hecho, yo mismo también lo he realizado. Ahora bien, la cuestión a la que me referiré en esta oportunidad se encuentra relacionada con ello, presentándose a la vez directamente vinculada con el suceso recientemente comentado. La crítica negativa que se efectúa a los profesores parece conformar parte también de nuestras matrices de aprendizaje. Es más, así se ha vivenciado. Pareciera ser que todo este tipo de cuestiones salieron a la luz de manera inconsciente en mis propias prácticas. Digo de manera inconsciente ya que conscientemente tengo bien claro los modelos de los cuales quisiera alejarme, pero evidentemente su influencia se ve reflejada en los sucesos concretos. Naturalmente, desde el ser alumno se valora de manera positiva a los docentes que de modo creativo presentan sus clases. Lo paradójico se halla en el hecho de que, en mis acciones concretas, se reflejan este tipo de cuestiones claramente criticadas por mí, como puede ser el caso de una clase sumamente aburrida, poco atrayente y motivante para los alumnos. De este modo recaigo en la importancia que merece la reflexión permanente en todo el proceso de la actividad docente, pues considero que esta sería una de las más importantes herramientas con la que cuento para no caer en este tipo de cuestiones, es decir, para darme cuenta a tiempo de que estoy planificando actividades que como alumno, en su momento, no me gustaron.

Para finalizar este apartado, haré mención al tema que quizás encierra todo lo anteriormente expuesto, a la vez que se constituye en la raíz misma de mi problema práctico. Estoy refiriéndome precisamente al cambio de rol, caracterizado fundamentalmente por un cambio de identidad. Esta situación se convierte en el eje de todo el proceso de prácticas vivenciado, pues difícilmente logré apenas pocisionarme en el rol docente para el cual me preparé durante años.

Durante cada una de las clases de la práctica docente que protagonice, se hicieron presentes en mí situaciones propias que responden más al ser alumno que al ser docente. Digo esto porque en ocasiones me comporté como un verdadero alumno en pleno proceso de aprendizaje, cuestión que no considero negativa en función de este proceso en particular, aunque, en ciertas oportunidades, haya opacado mi desempeño como profesor. Considero que tal situación ha quedado reflejada a lo largo de estas páginas, en donde las influencias del pasado de alumno se mezclaron considerablemente con la actividad docente que encaraba por ese entonces. De esta manera fue como me resultó sumamente difícil lograr el comportamiento propio de un docente en ejercicio de su profesión, pues en realidad todavía me movía bajo la mentalidad propia del ser alumno.

Quizás el error halla estado justamente en no saber despegarme del todo de mi posición de alumno, preocupándome por la evaluación que sobre mí recaía, orientando todo mi accionar hacia tal situación, olvidándome de lo más importante que se daba precisamente por el posibles aprendizaje de los alumnos en torno al conocimiento allí trabajado, y por los míos también en función de la identidad docente que comenzaba a forjar.

Tanto mi biografía escolar y académica, como así también mis matrices de aprendizajes construidas desde el rol de alumno, se constituyen ahora en fuentes de posibles conocimientos a partir de las cuales poder lograr la constitución de mi identidad docente, resignificando para tal ocasión cada uno de los aportes provenientes de dichas situaciones.

Conclusión

La realización del presente informe se constituyó en una instancia sumamente importante de formación y aprendizaje. A partir del desarrollo de cada uno de los puntos, previa investigación teórica y análisis reflexivo personal, pude dar cuenta de nuevos saberes que pasarán a conformar parte del corpus de conocimientos con el cual me embarco hacia la nueva tarea a desempeñar.

Allá por la introducción del este trabajo, sostenía que la elección de la temática surgía a raíz de la dificultad que se presenta a la hora de posicionarse en el rol docente, siendo que durante varios años de mi vida había estado ocupando el rol opuesto, es decir, había sido alumno. Indudablemente, el cambio de rol propio de esta situación se constituye en una transformación que atenta contra la propia identidad, es decir, me encuentro frente a la tarea de abandonar esa identidad propia del ser alumno para comenzar a consolidar una identidad que me acompañará en mí ser docente personal e individual. Resulta, de esta manera, que se abandona todo un modo de ser, pensar y sentir, que me caracterizó durante varios años de mi vida, para encaminarme ahora en la tarea de construir una nueva identidad, aunque la misma se lleve adelante sobre los cimientos de la anterior, quedando muchos vestigios en común.

No debo dejar de olvidar que durante el tránsito por el sistema educativo se construyen una serie de conocimientos en torno a la figura del ser docente, que se constituyen en fundamentales para esta etapa de iniciación profesional, pues en reiteradas oportunidades volveré y actuaré en función de los mismos. Resulta de esta manera fundamental el análisis de la propia biografía escolar, para comprender y encarar el nuevo rol a desempeñar. Con ello quiero sostener que el docente recién iniciado, como así también el ya no tan reciente, nunca debe dar por perdidos y olvidados sus pasos como alumno, ya que ambas posturas se consolidan en un mismo hecho, razón por la cual el análisis reflexivo de la propia biografía escolar y académica resulta fundamental para comprender y encarar el rol al cual se predispone a diario. Dichos conocimientos nunca pueden dejar de ser contextualizados en torno al propio camino recorrido, pues los mismos no deben ser considerados como verdades únicas y absolutas, sino como provenientes de nuestras propias experiencias y vivencias.

De esta manera, el tránsito por el sistema educativo y su influencia en la construcción del ser docente se convierte en una situación sumamente importante de abordar, ya que justamente allí es donde el nuevo profesor encontrará la respuesta a muchas de sus acciones. Sin bien este análisis debe efectuarse de manera individual, aquí quise reflejar el modo en el que las distintas experiencias condicionan o influyen en la construcción del rol docente en general, resultando de esta manera fundamental la reflexión personal sobre ese pasado en el que me comporté como aquel alumno que hoy estoy a punto de abandonar.
A partir de este momento me hallo frente a la compleja tarea de encaminarme en el rol docente, construir mi propia identidad en función de dicho rol, y esmerarme día a día en pos de la búsqueda de la excelencia de mi labor, pues mis futuros alumnos así lo demandarán. Espero que este trabajo haya servido para dar un puntapié inicial, embarcándome en la tarea de la consolidación profesional.

Agradecimientos

No quisiera dejar pasar esta oportunidad sin antes efectuar mi profundo agradecimiento a cada una de las personas que me ofrecieron su colaboración de manera totalmente desinteresada.

En primer lugar hago extensivo dicho agradecimiento a toda el equipo de la cátedra “Práctica Profesional“, quienes me brindaron sus conocimientos y experiencias a fin de poder encarar mi propio proceso de práctica docente. También quiero señalar que las docentes tutoras me brindaron su apoyo, contención y comprensión frente a los momentos difíciles, convirtiéndose en importantes guías para mí.

Tampoco puedo dejar de reconocer el acompañamiento incondicional de nuestras compañeras del grupo pequeño de reflexión y pos - práctica, quienes me brindaron una mano en todo lo que estuvo a su alcance, convirtiéndose en verdaderas compañeras de ruta.

Por otro lado, importante fue la ayuda recibida por la profesora y amiga Natalia Encina, quien me escuchó y orientó en todo momento, facilitándome material y acompañamiento durante todo este proceso. Del igual modo agradezco a la también profesora y amiga Virginia Martínez, quién ofició de igual modo.

Otros de mis agradecimientos está destinado a la compañera Verónica Soler, quien colaboró en los primeros pasos de este proceso de prácticas.

También quiero reconocer la colaboración brindada por todo el personal del Instituto de Educación Física Dr. Jorge E. Coll. Asimismo agradezco a la docente de la cátedra “Didáctica y Currículum”, de 2° año división “A”, y a todo el grupo de alumnos en general, sin los cuales mis prácticas no hubiesen podido concretarse.

Finalmente quisiera agradecer a mi familia y personas allegadas, quienes me comprendieron, acompañaron y aguantaron en los avatares de mi práctica docente.

Bibliografía consultada

*Alliaud, A. “El maestro que aprende”. En Ensayos y Experiencias, de la Revista Novedades Educativas, Mayo / Junio de 1998, año 4 - N° 23.

*Alliaud, A. “Los residentes vuelven a la escuela. Aportes desde la biografía escolar” Capítulo II. En Davini, C. y otros (2002) “De aprendices a maestros”. Buenos Aires. Paper Editores.

*Alliaud, A. (2004) “La experiencia escolar de maestros inexpertos. Biografías, trayectorias y práctica profesional”. Universidad de Buenos Aires, Argentina. En Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681 - 5653).
*Coria, G. (2008) “Reflexiones: Quinta y Novena Clase”. Mendoza. Cátedra Práctica Profesional, Ciencias de la Educación, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo.

*P. de Quiroga, A. (2006) “Matrices de Aprendizaje. Construcción del sujeto en el proceso de conocimiento”. Buenos Aires. Ediciones Cinco (Novena Edición).

40 comentarios:

  1. REFLEXION N° 1 MONTAÑEZ ERICA, 4°año Prof. Qca.
    PRÁCTICA E INVESTIGACIÓN DOCENTE IV
    EL CAMBIO DE ROL EN UN MISMO ESCENARIO: DEL SER ALUMNO AL SER DOCENTE
    El permanecer en un mismo escenario es un facilitador del proceso de cambio de rol, porque todo aquel que es docente ha fortalecido una imagen basada en ideales, forjados desde los primeros años, que son observados en nuestras maestras/os y debido a la admiración que les tenemos y a una dedicación innata comenzamos jugando a ser maestras/os con pizarrón y todo, explicamos temas a algunos compañeros que no entendieron, inclusive he podido observar que algunos chicos gritan de manera especial, de una manera que en casa no se escucha, y luego al conocer a su maestra sabemos de dónde salió ese grito. O los varones que se disputan la oportunidad de ser por un día el Profesor de gimnasia, tocando el silbato o dirigiendo algún partido.
    Todo comienza como un sueño y a medida que crecemos fortalecemos los pasos de nuestra vocación. El día que estudiamos para maestra/o o para profesor/ra. Conocemos qué queremos ser, cómo es que queremos ser, nuestras metas ya están definidas, nuestro futuro proceder también lo conocemos. Y cuando nos paramos frente a un aula y observamos las miradas de nuestros estudiantes sabemos qué piensan porque alguna vez lo pensamos, y es esta causa la que nos permite cumplir con una serie de requisitos que, al cumplirlos, seremos los profesores ideales.
    CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN MAESTRO
    • Es alegre, optimista, tiene buen sentido del humor
    • Es humano, amigable, comprensivo
    • Se interesa por sus alumnos y trata de comprenderlos
    • Procura hacer interesante su enseñanza,
    • despierta el deseo de trabajar;
    • Es imparcial. No tiene preferidos ni consentidos.
    • Es paciente y simpático.
    • Es justo para calificar las tareas y las pruebas.
    • Es franco y recto en el trato de sus estudiantes.
    • No se siente superior ni importante. No pretende saberlo todo.
    • Es servicial con sus alumnos, les ayuda a resolver sus problemas.
    Es nuestro bagaje de experiencias e historias quién nos permitirá lograr, no digo todas, pero al menos cuatro o cinco de estas características. Si lo logro me daré por satisfecha. Recordando que lo fundamental no es enseñar contenidos académicos, sino ayudarlos en el duro proceso de su formación personal.
    Al docente le debe gustar lo que hace, debe encontrar sentido a su labor. Debe realizar su trabajo, no como una actividad cotidiana y rutinaria, sino como una continua vivencia y experiencia renovadora. El sentido vocacional de este trabajo, lejos de quitar méritos a esta labor, la enriquece enormemente. Que cada momento de su día aprende de sus alumnos.

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    1. hola erica es verdad, creo que todos quisiéramos ser el profesor ideal, pero no existe lo ideal,sino lo real,si pudiéramos lograr la mayoría de esas características y trabajar en las demás creo que estaríamos tendiendo a lo ideal.

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    2. Erica excelente como encaraste el tema. Los puntos que pusiste como características de un profesor son las ideales, y creo en lo personal que con tener la suficiente humildad para asumir errores y rever en que se fallo, es el camino para llegar a lograr ser así como ese tipo de profe...se puede! Excelente tu trabajo.
      Nati Zeballos

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    3. Erica : Todas esas características que vos nombrás como las de un buen maestro solo las puede cumplir alguien que siente amor por su profesión. Creo que es muy importante poner de nosotros lo mejor, no solo en el conocimiento de las materias a enseñar o la forma de enseñarlo con sus teorías, si en ello no ponemos nuestra voluntad y comprometemos nuestros sentimientos.
      Lore

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    4. Respuesta para Erica:

      Comparto con vos, esto de que todo comienza con un sueño, y haciendo realidad este sueño, una vez parados frente a un curso con estudiantes, sabremos que tipo de docentes somos y ojala nos comportemos de acuerdo a nuestros ideales, que bajo ningún concepto debemos perder.
      Ely Salinas

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  2. Reflexión sobre el problema práctico planteado por el profesor.
    Silvana Cattoni
    En este problema práctico que el profesor plantea veo dos temas diferenciados, por un lado el hecho de asumir la transformación de alumno en docente, y luego, al ser docente tratar de no repetir los esquemas negativos, en definitiva ser un mal enseñante.
    Al cambiar el rol de alumno a profesor requiere una modificación en nuestros modos de pender,de ser y de actuar. Salir de nuestra condición de estudiantes implica un cierto nivel de seguridad, que va a ser en función de la personalidad de cada uno. Como alumnos estamos siendo continuamente cuestionados y debemos probar nuestra idoneidad cada vez que rendimos un exámen, exponemos oralmente o presentamos algún trabajo escrito.
    Cierta clase de alumno tratará de zafar o aprobar las materias sin plantearse un aprendizaje profundo, en el que se cuestione lo aprendido, que a su vez no será duradero por no haber sido correctamente elaborado. El éxito de estos alumnos dependerá de otras habilidades, generalmente ralacionadas al la expresión oral.
    En cambio si un estudiante es consciente que aprender es lo más importante, sin importar el resultado de la calificación, al desempeñar su rol docente tratará de transmitir ese concepto a sus alumnos y le importatará más el proceso que un único resultado puntual.
    Inevitablemente, cuando somos alumnos, recibimos todo tipo de influencia de nuestros profesores, produciéndose en algunas ocasiones, dependiendo esto del pensamiento del profesor.
    Existen buenos profesores y malos profesores. Los primeros son responsables y comprometidos con su labor. De los otros hay que olvidarse, no sea que nos quede algún esquema práctico guardado.
    Seamos de los buenos profesores, porque de esta manera ayudaremos a la sociedad a mejorar, pero debemos comenzar con nosotros mismos.

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    1. hola lore, me parece perfecto lo que expones, y coincido con vos, por eso mismo a mis estudiantes les digo que lo importante es aprender, pensar,razonar, no el resultado de una evaluación, que las evaluaciones es otra forma de aprendizaje, por eso les doy todas las posibilidades que sean necesarias

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    3. Lore: es verdad lo que expones, depende mucho como formamos a nuestros alumnos, de los valores que les transmitimos, y del ejemplo como persona que le damos, ya que eso marcara parte de su personalidad que en esta etapa de sus vidas están formando.
      NATI ZEBALLOS

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    4. Lore: es verdad lo que expones, depende mucho como formamos a nuestros alumnos, de los valores que les transmitimos, y del ejemplo como persona que le damos, ya que eso marcara parte de su personalidad que en esta etapa de sus vidas están formando.
      NATI ZEBALLOS

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    5. jejeje me encantó la parte de que "el alumno tratará de zafar o aprobar las materias sin plantearse un aprendizaje profundo" Y sí todos como adolescentes hemos sido así.¿ pero sabes una cosa? los profesores "malos" me enseñaron mucho, de ellos aprendí que así NUNCA, lo que no me gustó que me hicieran no lo haré. Y los chicos de hoy son tan críticos que eso te lo detectan de lejos!!!! te dejo una experiencia:el año pasado cuando fuimos a las escuelas un chico nos dijo -Uds. no sean como él- Así que a esos profesores a no descartarlos!!!

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    6. Respuesta para Lorena:

      Tenés mucha razón, como profesores quisiéramos ser ideales y perfectos en nuestra
      labor, solo está en nosotros diferenciar la capacidad de cada uno a desempeñar.
      Ely Salinas

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  3. Reflexión sobre el problema práctico desarrollado por el profesor Coria
    Por Jorge pinto:
    Después de leer lo expuesto por el profesor, quiero afirmar que esa dificultad para posicionarse en el rol docente, es algo que nos va a suceder a todos, pero también tenemos que tener en cuenta que desde el comienzo de la carrera, o por lo menos en este instituto nos están preparando para ejercer esta profesión, es decir nos preparan para posicionarnos del otro lado.
    Durante el transcurso en la carrera, nosotros construimos una serie de conocimientos en torno a la figura docente, transmitido por los profesores de la misma, ya sea contenidos académicos o de sus propias experiencias.
    Por lo tanto este cambio se tiene que hacer lo más rápido posible, pero esto no implica que nos olvidemos como piensa y actúa un estudiante, al contrario tenemos que partir de ahí.
    Esta transición de pasar de ser alumno a profesor no es nada sencilla, uno ha vivido tanto tiempo como estudiante que es muy difícil verse del otro lado o estar del otro lado.
    Uno tiene miedo de cometer los mismos errores que cometieron los profesores que tuvimos en nuestro paso por la secundaria.
    Cuando me refiero a miedos no estoy hablando a lo disciplinar, sino a no estar haciendo lo correcto, en cuanto a si los estoy educando correctamente o si los valores que les trasmito son los adecuados.
    Pero también hay que tener cuidado, porque uno por querer ser totalmente diferente a los educadores que tuvimos, podemos caer en otros errores.
    A veces uno, por ponerse en lugar de los alumnos, pensar como ellos, tratarlos de una forma totalmente diferente a como nos trataban a nosotros, lograr en ellos un vínculo especial, crear una empatía tan personal, que uno pasa a ser un confidente, que aconseja y que trata de marcarles a los educandos errores que uno tuvo, para que ellos no cometan los mismos.
    Pero hay que tener cuidado porque los estudiantes pueden confundir esta relación y pasar de profesor a un amigo más.
    Por eso es importante marcar la diferencia y aprender a sellar los límites cuando es necesario.
    La verdad que la docencia es una profesión tan importante y difícil debido a tenemos que tener en cuenta que enfrente de nosotros hay adolescentes, que no solo los educamos, sino que estamos formando opiniones, mujeres y hombres que van a ser el futuro de nuestra nación.

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    1. Jorge: es verdad lo que comentas al final, eso de que la docencia es una profesión importante y difícil ya que estamos formando personas. En cuanto al tema de los cuidados que debemos tener pienso que si bien hay que tenerlos, no debemos permitir que se conviertan en miedos, porque debemos permitirnos errar, obvio tomar recaudos para que no, pero si sucede, remediarlos, cambiar de ideas y asumir los errores, eso también es parte del crecer como docente y como persona y es algo que también debemos transmitir a nuestros alumnos, que uno como profe puede equivocarse. Este seria mi aporte.
      NATI ZEBALLOS

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    2. He de decirte, amigo que creo que no debes tener miedo, somos humanos y te aseguro que vamos a cometer muchos errores, los mismos que cometieron nuestros profesores de secundaria, del Instituto inclusive los errores de nuestras maestras, todo ha quedado en tu biblioteca personal (que está sobre tus hombros); no tengas miedo de crear empatía, sólo agrégale límites. Un compañero que yo tenía en 1° que trabaja como docente me dijo un día que antes muerto que reconocer en frente a sus alumnos que se había equivocado:ese es para mi el más grande error He de confesarte que como ya eres profesor esperaba mucho aliento y después de leerte escondí la cabeza bajo tierra. Pero me gustó!!!

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    3. Jorge:
      Es verdad que muchas veces al darle confianza a los alumnos, que te ven accesible, puede generar en ellos que te vean como un amigo y luego los límites se desdibujen. Creo que ese es el momento para nuevos diálogos y nuevas reflexiones con los alumnos,porque tanto ellos como nosotros debemos comprender que estamos promoviendo y acompañando aprendizajes (Prieto Castilo) en forma integral y nuestras actuaciones deben estar orientadas a lograrlo. No debemos perder de vista el sentido de nuestra misión.

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    4. Respuesta para Jorge:

      Estoy de acuerdo con vos, en que los chicos a veces confunden nuestro rol por el de amigo, pero eso no es malo, a veces vale más una palabra amiga, que cien conocimientos de química.
      Ely Salinas

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  4. Trabajo Práctico N°1
    Alumna: Natalia Zeballos
    Reflexión en base al informe del problema práctico presentado en el blog del Prof. Germán W. Coria
    Tema: El cambio de rol en un mismo escenario (del ser alumno al ser docente)
    En lo personal me veo reflejada en la problemática que se plantea en dicho informe. Durante mi paso por todos los niveles educativos, inclusive el actual, fui tomando nota en mi inconsciente de qué modelo de profesor quería ser y cual no quería repetir, pero hasta el año pasado no había tenido la oportunidad de llevarlo a cabo, y con las observaciones, las practicas y el hecho de tomar una suplencia me di cuenta de que no es tan fácil el nuevo rol que me tocaba asumir, el ser docente.
    Cuando comencé a dar clases de matemática el año pasado en un 9°, al enfrentarme por primera vez al curso lo primero que se me cruzo por la cabeza fue acercarme a ellos, intentar conocerlo de a poco, lo cual tuvo una respuesta bastante positiva por parte de los alumnos. Pero a la hora de transmitir contenidos lo hice de la manera tradicional, aquella que yo siempre había criticado y en la cual siendo alumna siempre me habían resultado aburridas. Cuando vi la cara de aburrido de mis alumnos, e incluso a mi misma me resulto aburrido lo típico explicar, dar ejemplo y realizar un práctico, entendí que algo no andaba bien, sabía que tenía que cambiar, pero ¿Cómo? ¿Si no era que tenía en claro lo que quería ser como profesor? ¿No era que tenía en claro que mis clases iban a ser dinámicas, divertidas y que en el final el alumno se fuera con las ideas básicas en claro?
    Lo que me sucedió es que ahora yo me encontraba frente a ellos pero seguía encerrada en la posición de alumna, que debía cumplir con la tarea que mandaba el profesor, pero en este caso mi tarea era enseñar los contenidos estipulados en el programa. No me estaba animando a salir de ese rol, pero internamente quería crecer, y dejar de serlo.
    Es por ello que comencé a investigar más de cómo encarar ciertos contenidos, leyendo secuencias didácticas implementadas por profesores en diferentes partes del mundo, y con ello fui enriqueciendo MIS secuencias a las que le sumaba las experiencias de dichos profes adaptándola al contexto en donde me encontraba, fui innovando mis ideas. Fue muy lindo ver el cambio que dio el clima de la clase cuando empecé a acercarme a aquel profe que fui formando dentro de mí a través de las distintas vivencias en los niveles educativos. Incluso sirvió para que los alumnos se acercaran más a mí, y yo misma disfrutaba de otra manera el hecho de enseñar y dejar que ellos me enseñen su mundo.
    De esta corta experiencia, que se me dio por un lapso de 3 meses, aprendí un poquito a despegarme del rol de la alumna que alguna vez fui y sigo siendo en este último año de cursado, y comenzar a descubrirme como profesora, comenzar a descubrir mi personalidad como tal, rever el hecho de que ser un docente implica un compromiso, una constante investigación de uno y de lo que sucede alrededor, animarme a experimentar en mis planificaciones y en mis secuencias, a rever las cosas que tenía como ciertas, permitirme errar y permitirme sobre todo CAMBIAR en pos de CRECER en mi nuevo rol…el rol docente.

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    1. Naty:
      Se que la creatividad es tu fuerte. Me alegro por tus alumnos.Me parece muy acertado que hayas partido de ellos para mejorar tu clase, ya que al ver sus caritas aburridas decidiste cambiar.
      Una buena planificación de la clase ahorra muchos dolores de cabeza, lo se por experiencia.
      Es importante investigar e innovar y no quedarnos de un año pñara otro con lo mismo, porque si no terminamos aburriéndonos nosotros. Me encantó tu reflexión.

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  5. me parece perfecto siempre tenemos que estar innovando y buscando cosas nuevas, pero a veces hay que reflexionar y pensar, que a lo mejor tenemos que ver como nosotros podemos cambiar nuestra forma de dar clase, porque exponer de forma tradicional no es malo, hay temas que asi lo requieren,pero si, si lo haces de manera aburrida y no motivadora

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  7. Qué linda experiencia. Cada cosa nueva que hacemos nos suena rarísimo, hasta que nos acostumbramos. No te ha pasado que cuando pasas por una calle que sólo conocías una esquina y luego un día la recorres:todo es diferente, todo se ve distinto. Comparto tu experiencia, el año pasado dí clases y fue como entrar en esta calle.cuando llevemos 2 años dando clases diremos porqué nos hacíamos tanto lío?? jejejejeje

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    1. Respuesta para Natalia:

      Muchos profes hablan del cambio y tratan de inculcar estrategias de enseñanzas nuevas y sin embargo siguen haciendo con nosotros lo mismo que sus profesores hicieron con ellos, las típicas clases con fotocopias, tiza y pizarrón, en estos tiempos tecnológicos le podemos agregar las netbooks, pero nunca cambian las exposiciones largas y tediosas sobre un tema, por eso, si vos encontraste la manera diferente de dictar una clase, te felicito.
      Ely Salinas

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  8. Muy Buenas cada una de las Reflexiones y de los comentarios realizados. Esta es la rica experiencia de aprendender juntos. Felicitaciones y adelnate!!!
    Prof. Germán Coria Díaz.

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  9. • El presente trabajo:
    El cambio de rol en un mismo escenario (del ser alumno al ser docente); del profesor Germán Coria del año 2009.
    En el cual trate de leerlo con conciencia y varias veces, después de tener una actitud de holgazanería y con cierto fastidio. Con el proceso mi atrapó y me abrió nuevos interrogantes.
    Este trabajo lo dividía en tres partes fundamentales a mí entender:
    • Catarsis
    • Necesidad
    • Realidad
    Catarsis:
    Sin duda el plantear y reflexionar nos lleva movilizar y pensar las dificultades, en el rol del docente en la clase. Versus el alumno después que el docente ha transitado del estadio de alumno. Pero veamos porque, considero catártico una parte del presente trabajo a mi ver. Lo primero que plantea es el “Problema Práctico” entonces plantea la “dificultad que se presenta a la hora de posicionarse en el rol docente”, ejercido durante muchos años el rol de alumno.
    Ese rol que conlleva al conflicto, se hubiese mitigado si la clase se impartieran en otro escenario, por ejemplo un secundario común con otra edad de los alumnos. Disminuir dicho conflicto, sí en la formación del modelo propio estuviera mas afianzado en contra posición de “los diversos modelos de docencia”.

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  10. El tener una acabada idea del contexto en cuanto a las características de los alumnos y su “modelo imaginario de docencia”. La pregunta es si la “formación previa y todas las posibles construcciones realizada durante ese proceso” fueron suficientes y de quien o quienes dependían.
    Si bien parte de la premisa que “el conocimiento puede ser acabado, cerrado e inmodificable” en el cual adhiero, generan nuevos interrogantes, en cuanto a la seguridad de sí mismo ante el curso. Por ello surge la inevitable pregunta de los alumnos del I.E.S 9-026 de Las Heras, si nos encontramos preparados para estar al frente de un curso de alumnos, este miedo al abandono de rol, el interrogante es la institución acompaña ese proceso.
    El sistema educativo nos deja a todos los alumnos un sin número de interrogantes, tránsito por el aprendizaje previo y paralelo a la formación profesional. Contradicción del no acompañamiento, conflicto de la primera vez y con el modelo propio si lo hubiese. Esto me recuerda a Prieto Castillo en la “Mediación Pedagógica” un proceso de promoción y acompañamiento del aprendizaje, es decir incentivar y acompañar durante el proceso hasta que se haga efectivo el aprendizaje.
    ¿Me pregunto este aprendizaje no es tener la seguridad como docente frente al curso?
    Y no es solamente la comodidad de ser eterno alumno si no un miedo a lo desconocido y tal vez lejano de los docentes recién iniciados.
    El profesor Germán Coria plantea “la mentalidad de alumno, la mentalidad de alumno no es tan fácil de abandonar” no de la “noche a la mañana”; y parte del pensamiento de Ana Pagliaro de Quiroga, quien considera como “(….) matriz o modelo interno de aprendizaje a la modalidad con que cada sujeto organiza y significa el universo de su experiencia, su universo de conocimiento. Esta matriz o modelo es una estructura biológica. Esta socialmente determinada e inclusive no solo aspectos conceptuales sino también afectivos, emocionales y esquemas de acción. Este modelo construido de trayectoria de aprendizaje, sintetiza y contiene en cada aquí y ahora nuestras potencialidades y nuestros obstáculos. Estas matrices no constituyen una estructura cerrada sino (….) una estructura en movimiento susceptible de modificación (….)”.

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  11. Yo aportaría el entorno o contexto de nosotros mismos y el de la “clase”, en una dinámica compleja y contradictoria.
    Este concepto sería oportuno discutirlo, analizarlo el nuestra clase con mis compañeros, por considerarlo importante por creer que es el nudo Gordiano de nuestros conflictos.
    Volviendo al concepto de catarsis de este punto rescato que el profesor Coria no compartía el criterio de la cátedra” quitándole importancia u significativita al mismo y refugiándose en el rol de alumno” causándole “angustia e impotencia” a la hora de “no saber con exactitud cómo actuar” siendo sumamente “aburrida poco atrayente y motivan ante”.
    Y no creo que su error no haya estado justamente en no saber despegarme del todo en mi posición de alumno, sino por el contrario es lo que le ayudo a mi entender ante la falta de herramientas, este punto lo explayo a continuación.
    Necesidad:
    El punto central y neurálgico no es si se "abandona el rol ocupado durante varios años" el de alumno que puede tomarse apriorísticamente como comodidad si no que si se tiene las herramientas necesarias para dicha función y eso depende del propio alumno en proceso para despeñarse como docente es responsabilidad de la institución a través de sus docentes en la formación de futuros docentes.
    "Este tránsito por el sistema educativo nos deja a todos los alumnos un sin número de aprendizaje previos y paralelos a la formación profesional" ahora ay que saber si es suficiente los elementos que se cuenta en lo teórico o en la seguridad de cada uno.
    El analizar “mis matrices de aprendizaje y la realidad a la cual me tuve que enfrentar, encuentro que no coincidieron en gran medida” en no tener la percepción real de contextos totalmente distintos, en coincidencia con la selección y presentación de actividades de enseñanza y no tener instrumentos varios para llevar a cabo una clase. Cuyo trabajo de docente permanece abierto a nuevas posibilidades.
    Cuando se es alumno se valora a los docentes la actitud positiva, de modo creativo que presentan sus clases, pero no es suficiente, se necesitan herramientas efectivas ante problemas prácticos, concretos esto significa un cambio de identidad y de actitud.

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  12. Realidad:
    Parto de qué modo y como sales del I.E.S. es decir es expulsivo y no contenedor. Esto demandaría una autocritica institucional aposterioris.
    El tener en cuenta ámbito educativo, el lugar en donde dicho cambio o transformación se hace posible con la teoría y la práctica concreta.
    No solo los primeros contenidos, los Enfoques Curriculares, los docentes que ejercen una poderosa influencia en la construcción del conocimiento por parte de alumno y a su vez condicionan por su fuerte influencia.
    En cuanto a los procesos de construcción del conocimiento, con sus tiempos de maduración de cada materia y las propias exigencias y auto exigencias conspiran con la comprensión de lo teórico, si no de la cosmovisión de la realidad educativa en lo práctico, por sus faltas de elementos.
    Los periodos de formación no son concreto en lo práctico se toma de manera superficial. El no saber manejar a los alumnos en su comportamiento en el curso produce frustración tal vez es debido a “estructuras pre establecidas de antemano” el desempeño de cada grupo en particular.
    Pero lo más importante es que no se brindan instrumentos o herramientas al futuro docente y esto lo hace expulsiva, la realidad lo dice en el propio curso del I.E.S. por la baja matricula de cuarto año de química.
    Enumero algunas dificultades:
    1. Se necesitan herramientas y no solo cambios de rol
    2. Rever el criterio para ser docente
    3. El no saber despegarse como alumno, no si ay que considerarlo como error, uno acciona con los elementos que tiene
    4. Rever las exigencias del cursado
    5. Rever el condicionamiento social sin olvidar el entorno del futuro docente
    Espero que esto sea el punta pie inicial para las discusiones profundad en el aula que nos debemos.

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  13. Las 4 partes subidas aquí arriba corresponden al análisis efectuad por DANIEL OVIEDO

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    2. PARTE 1
      Daniel qué difícil se me hace responderte. primero creo que es oportuno aconsejarte, si cabe la palabra, diciéndote que no te enmarañes tanto,en ocasiones podemos dar nuestra opinión o realizar una reflexión pero sin complicarnos y lograr así una fácil comunicación, elemento fundamental en nuestro rol de profesor.
      Creo que el conflicto no se mitigado si la clase se impartieran en otro escenario.
      Tampoco creo que tengamos "miedo al abandono" creo que se trata de temor a los cambios.
      Otra cosa: como dijo un día la profesora Ziccato: no es nuestra tarea analizar psicológicamente a nuestros estudiantes, eso dejemoslo para las psicopedagas.
      Luego continuo....

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    3. Daniel
      Lo primero que tuve que hacer es buscar catarsis, porque la palabra mas parecida que conozco es catarro. De Wikipedia:
      "Catarsis (del griego κάθαρσις kátharsis, purificación) es una palabra descrita en la definición de tragedia en la Poética de Aristóteles como purificación emocional, corporal, mental y espiritual. Mediante la experiencia de la compasión y el miedo (eleos y phobos), los espectadores de la tragedia experimentarían la purificación del alma de esas pasiones.

      Según Aristóteles, la catarsis es la facultad de la tragedia de redimir (o "purificar") al espectador de sus propias bajas pasiones, al verlas proyectadas en los personajes de la obra, y al permitirle ver el castigo merecido e inevitable de éstas; pero sin experimentar dicho castigo él mismo. Al involucrarse en la trama, la audiencia puede experimentar dichas pasiones junto con los personajes, pero sin temor a sufrir sus verdaderos efectos. De modo que, después de presenciar la obra teatral, se entenderá mejor a sí mismo, y no repetirá la cadena de decisiones que llevaron a los personajes a su fatídico final.

      En las tragedias clásicas, el motivo principal del infortunio es casi siempre la hybris, o el orgullo desmedido que hace a los mortales creerse superiores a los dioses, o que no los necesitan ni les deben honores. Dicho hybris es considerado como el más grave de los defectos, y la causa fundamental de todos los infortunios. De este modo la tragedia también alecciona y enseña al espectador respecto a los valores de la religión clásica. La catarsis es, pues, el medio por el cual los espectadores pueden evitar caer en dicho hybris."
      Creo en este sentido que si lo vivido en cuanto a nuestra condición de alumnos, al actuar como docentes, lo ideal sería poder realizar esta catarsis, no por temor a infortunios, sino en cuanto a que, al no caer en los mismos errores que nuestros profesores, de los cuales somos conscientes, estaremos más cerca de ser el profesor acorde al que nuestra sociedad actual necesita. Alguien dispuesto a cambiar en pos de mejorar la educación. Si tenemos orgullo y no reconocemos nuestros errores jamás podremos mejorar.

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    4. Mi aporte es sencillo, simplemente algo mas corto y sencillo, me parece que estaría mejor.

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    5. Respuesta para Daniel:

      Me dejaste sin palabras, las escribiste todas vos, además hay muchas frases que no las entiendo.
      Ely Salinas

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  14. A modo de reflexión sobre la temática "el cambio de rol en un mismo escenario de ser alumno a ser docente",Luego de haber leído lo ya expuesto por mis compañeros lo único que puedo compartir es mi corta experiencia en las prácticas, y digo cortas porque hay compañeros que están muy avanzadosen este tema de las experiencia debido a que se encuentran dando clases en la actualidad.
    Desde mi visión sin duda este tópico es uno de los momentos más difíciles de la profesión ya que nos estamos desaraigando de viejas costumbres y comportamientos para descubrir un nuevo panorama de la situación clase.Tal vez por esto es unos de los momentos más importantes;ya que como sabemos venimos con un vagaje de experiencias e historias de los distintos profesores con los que hemos compartido nuestro tránsito por sistema educativo en todos sus niveles; Los cúales seguramente serán el punto de partida o referencia con el que contamos, para luego si ir delineado nuestra futura identidad docente.
    Buscarmos o rescaremos lo bueno de cada uno de ellos,sin perder la atención también en lo malo de ellos que sin duda enriquece nuestra experincia.
    Una vez ya con la práctica y el tiempo formaremos, con lo rescatado de cada profesor y nuestras ideologeias y pensamientos una identidad docente que será auténtica,genuina y única.

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  15. Hola Diego comparto tu visión de que uno de los momentos más difíciles es el desarraigo de las viejas costumbres, que son en realidad las actuales. No hace falta tener experiencia laboral para entender "lo que se nos viene". Todo lo nuevo da miedo, lo bueno de esto es que como el contexto es el mismo ya tenemos mucho a favor.

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    1. Diego
      Creo que es importante el tema de las viejas costumbres, tambien a veces es difícil deshacerse de aquellas que no sirven. Experimentamos una resistencia interna al cambio. Si la superamos, superamos nuestros propios límites. Las posibilidades se amplían. No solo podemos ver, sino también sentir y actuar. Más allá de la ideología creo que es importante saber que enfrente nuestro hay personas, que aún cuando parezca que también se resisten, siempre hay en contrapartida espíritus curiosos, dispuesto al aprendizaje. Es nuestra tarea, por cierto nada fácil, descubrir que necesitan nuestros alumnos de nosotros, de esta manera poder lograr un acercamiento alumnos-profesor y lograr ese encuentro de manera que se pueda cumplir el proyecto enseñanza-aprendizaje de la mejor manera que debido a las circunstancias sea posible.

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    2. Respuesta para Diego:

      Sí, el tiempo y la práctica, nos formará como buenos docentes, solo debemos esperar y no maltratarnos cuando veamos que las cosas no suceden como quisiéramos, siempre hay formas de remediar nuestras actitudes.
      Ely Salinas

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  16. “CAMBIO DE ROL EN UN MISMO ESCENARIO”

    Alumna: ELISABETH SALINAS

    Si pensamos en un futuro cambio de escenario, con técnicas y estrategias para emplear, en ésta futura etapa, donde nos pararemos del otro lado del aula, donde cambiaremos el patio en los recreos por la sala de profesores, debemos consolidarnos y adquirir sentimientos de satisfacción con la tarea a desempeñar, para ello debemos tener buena preparación y ser responsables para llegar a lograr una actuación excelente.
    Como futuros profes deberíamos hacer un juicio personal, sobre nuestra futura práctica docente y adquirir confianza en nuestra capacidad para ayudar a los alumnos a aprender, alegrándonos con sus éxitos y compartiendo sus fracasos.
    Pienso que la seguridad en nosotros mismos, ya sea por sentimiento o caradurez nos llevará a pararnos del otro lado del salón de clase y seguramente aprenderemos la enseñanza, enseñando directamente en el aula. Creo también, que el nivel de preparación del futuro profesor incide directamente con el nivel de rendimiento de los alumnos.
    Debemos aprender de las características de los buenos profes y también de los mediocres.
    Sin embargo, hay otras condiciones que hacen en éstos tiempos, a un buen profesor: como brindar apoyo emocional, interacción positiva con el alumno, contacto visual y de sonrisa, acercamiento y orientación personal, motivación, entusiasmo, sentido del humor, mayor tiempo para responder preguntas, más elogios al grupo y menos críticas, ayudando al que se queda siempre atrás, al que menos puede (por diferentes razones de la vida). Suena discriminatorio, los halagos continuos para algunos y ni siquiera una palabra de aliento para otros que hacen un esfuerzo enorme por continuar y capacitarse,
    En éstos tiempos los alumnos que cursan la secundaria, tienen diferentes necesidades afectivas, y quizás una pregunta a tiempo o un consejo sea más efectivo que muchos de los conocimientos que le podamos transmitir y seguramente seremos recordados por ellos a través del tiempo.

    Ely Salinas

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  17. Ely:
    Obvio que debemos compartir sus fracasos, porque somos sus pilares y si fracasamos nosotros fracasan ellos. Gracias a dios el nivel de preparación nuestro mejorará cuando estemos dando clase y le pongemas todo nuestro empeño a "nuestras clases"
    me encantó tu trabajo

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